Narra la historia del asesino Gustavo Romero, autor confeso de la muerte de Sara y Ángel -conocidos como “los novios de Valdepeñas”- y de la desaparición y muerte de Rosana Maroto. Permaneció diez años burlando a la policía sin que nadie sospechara que en Valdepeñas se escondía un peligroso depredador sexual.